jueves, octubre 21, 2010

Minuto de Alzheimer - III



Las flores terminaron esparcidas, sus hojas se tornaron árboles para que llegado el otoño mi esposa pudiera recogerlas con la premura de su niñez, y fue así que aprendí a contar los días como si fueran hierbas.

San Isidro
30/11/07

Alcánzame el Cielo (Tentativas del Mar)
de Sobre la Felicidad y Otras Tristezas


Para Convencer a un Amigo a no Vender su Auto

Tiene cuatro llantas / a ti te quedan dos brazos
llega a doscientos cuarenta / tú eres puntual.

Tiene buena marca / a veces te escriben mal el nombre
tiene cinco asientos / mientras tú te quejas de las deudas.
Y lo mejor es que no sería / ni mierda
sin / ti

Chaclacayo
17/10/10
La moca sabe triste ahora que
ha cambiado el azúcar por treinta
minutos más con la palpable.

Tú en cambio me ayudas a partir de esta
cacerola verde llamada angustia

Y es que tú sola bastas desde el
fondo de mi mente si asas.

Libido

Entonces
la niebla me
envolvió
como una candela…

y fui feliz.

Chosica
10/10/10
Es que no aceptaría vivir ahí, porque Chosica continúa con sus preguntas y poco a poco esas preguntas me devoran más, haciendo de que el tiempo no haga de la suya; no ayudándome a olvidar que tengo voz.

No me ayudará a sonreír. En ese caso le pediría dos cosas:

1. Darme cansancio
2. Nombrar descanso a dos de mis amigos

Minuto de Alzheimer – II



Fueron esas hojas quienes me apartaron del universo, fueron hierbas las que encontré en una laguna mental y fue a mi memoria la que olvidé con sus vestidos en la cama del abuelo, tiritando de olvidar de que en algún momento existí dentro de ella.

Avecillas

I


La alerta de la sombra
ha preferido el descanso
mientras que tu voz y tu pico
apuestan por el
trabajo y la frescura

II

En tu rostro sólo la justicia

puede afirmar
que el alimento es tan sabio
como tu verde
andar.

San Isidro
19/08/10
La vida es
una explosión
que bajo la suavidad
de su corteza
declara alegre
un triste final
para su voz.

La vida es
acaso una mirada
contaminada y suave
como un canto
sin brevedad.

Luego de tu Voz

Luego de tu voz una
vejez, una caricia
que devuelva al aire
la frugalidad
de sus meriendas.

Y es que en tu voz
no hay registros de
invierno, ni libros
viejos que declares
austeros la suavidad
del espanto.

Chosica
19/05/10

Minuto de Alzheimer – I


Las flores recolectaron el azul del mar
mi cuerpo, un paraíso del viento
supo ganarse el alba de occidente
y sembrar la tierra con una dulzura
propia de los mares, en su temor a las aves.

Las hierbas azules llegan al río
sus líquidos posan riendo, como aroma
de fuego amargo cual residuo de antimonio
mineral de escasos tintes, figuras de flúor.