jueves, setiembre 22, 2011

Tu Nombre es un Instinto II

La naturaleza es una agonía que nunca aprendió a mantener la fe. Ahora que mis ojos han olvidado que la tierra llega al cielo a través de un ángel. Porque sólo la sentimos para mantenernos vivos aunque sobrevengan los versos como si fueran alas o simplemente nueces.

Tu nombre es un instinto y aunque ángel, sábana agonía; trasciendes como un cuento eterno a la enseñanza, como la fría naturaleza de un registro civil.

Octubre 2009n

/*Poemario Tradición de Versos de la sección llamada Gestión de la Elegancia. Este poema se desarrolla experimentalmente como una reiteración de sus elementos líricos. En esta ocasión su temática es el deleite y la plenitud del amor carnal. */

Señorita de Piel


Señorita de piel que pones fin a los cantos, ven y deja tus libros a razón de las liebres y trázame la primavera desde tus quejas, minutos para terminar el break y este profe que no para.

Señorita de Piel ven a mis instantes, a dibujar mi soledad de cuadernos que sólo llevan mi y ombre y algunas anotaciones de las fijas para mañana, pásamelas please que me voy por doce. Ven a mi autopistas de prisas a mi angustia de trabajos y mi grupo que no chambea. Desde tu piel de suave firmamento desde tu figura de deber y de amoríos saltarines. Señorita de piel.

Valle Hermoso – Surco
20/09/2011

Clorofila de Antaño

Alguien ha depuesto las armas como un centinela herido de vida. Como la voz de ese precio inestable. Alguien ha ensombrecido sus extremidades, al son incrédulo del ritmo enemistad.

Alguien apenas ha herido su memoria. Sintiendo la voz de su generosidad detenerse ante su cuerpo; frente a ese yo que sólo se sabe de alimentos más que el fuego.
Ella me sonríe como el tiempo. Ella me recibe de labios y me llama a la ternura de su historia enseñándome de instantes. Ella me ama antes sus Perús y procura que la risa sea incesante.

Como un corte de té de entre los minutos. Ella se resiste a mi voz de clásicas vivencias y me penetra con su suavidad de cavidades. Ahora entre músicas. Ahora y ante mí.

Tu Nombre es un Instinto I


Caen las estrellas. Tus manos adquieren un brillo superior, y a la hora de mi rostro, me regalas un planeta con un mil de astros. Tu nombre es un instinto.

Tus pechos transcurren. La figura de la luna es un vacío. El universo, las sábanas que nunca nos pertenecieron. Mi cuerpo imperioso.

Los Caballeros de la Capa (1.0)

III

Lima es libre aun cuando apenas respira.
La guerra nunca tarda y es el León quien se aproxima
nivelando el poder con traición y mortajas.

Pero cuando el sol provisto de indios y mozos
se libera en el infinito campo de batalla
hay noticias de caídos y de un joven capturado.

El padre de los Incas no le impide ver el horizonte.
Su mirada provista de arte acoge la muerte con ternura
y la tierra acaso un ideal cobrando vida le prepara a la historia.

Diciembre 2009

/*Poema que devela la fascinante proeza de los Almagristas recogida en Las Tradiciones Peruanas de don Ricardo Palma. Cada parte se relaciona con el relato del tradicionista, desde las victorias de los protagonistas hasta su derrota.*/

Dime sonrisa si he de aplicar
tus recuerdos sobre esta historia

Que me detuvo a la noche

Frente a su neblina
amarga de cerezas

E implantes de cuerpo.

Surco
20/09/2011

Eventos del Día


Ella me llama desde el occidente incendiario
de su tiempo de madera.
Ella me invita y me sonríe como una copa
incesante de besos.

Y me hace del vino
una vez más

Simpatía invierno
de los versos
figura sin manera
del incienso
expuesta

A mis miedos.
Un línea azul
del sol su invierno
una línea de brillo
arrogante niebla
de un tiempo estelar.

Aquella ceniza a caído del cielo
aquella voz que presume del silencio
transcurre apenas sus instantes
escondiendo su ternura juventud
de ríos

Y lagos despintando el miedo
a inocencias
de esta línea azul.

Los Caballeros de la Capa (0.5)


I

Nuestros padres han conocido la espada finalmente.
No la blandieron esta vez para cuidar su alma
sólo la sometieron a su inmortalidad.

Pero quienes somos jóvenes aprendimos de su arte.
Empuñándola con destreza nos hicimos a las noches
en busca de un juramento para nuestra sangre y mocedad.

II

El Marqués era un fantasma en vida
sus días una indiferencia para el pueblo.
Y ni aún enterado valoraba el precio de la muerte.

Las cartas estaban tiradas hasta que llegó el ataque
la cruz se aprestó a dibujarse moribunda.
La cruz que antes fue sangre.

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