miércoles, agosto 20, 2008

Piedra Papel Aguja

Mis manos nunca fueron costureras
Sólo aprendieron a manejar sus instintos
Y similar el origami húmedo
De sus emociones.

Mi abuela descansa junto con sus manos.
Sus manos nunca jugaron con los naipes
Y que precisan de la habilidad
A la hora de la aguja.

Mis manos se parecen a mi abuela
Su fuerza es la del camello queriendo entrar
Al reino de los cielos.
El hilo sigue su curso y luego se detiene
Se ha comenzado a escribir.

Carmen de la Lengua.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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