Me señalas con tu índice disfrazado de estrellas convertidas en miradas. La mía en cambio, sólo conoce las veras de tu alma.
Y aunque te despidas, sabrás por mi rostro, que terminaré mis días sobre ríos revestidos de carbono.
Y aunque te despidas, sabrás por mi rostro, que terminaré mis días sobre ríos revestidos de carbono.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario