Tengo su imagen de cinefilia
improvisada y alerta tan candente,
que al sólo resonar la niebla
se produce natural y cuesta arriba.
Aunque ella me detenga
con su hipotermia de sonrisa
Su claridad de pasos por la noche
con caminata y de unas horas.
Pareciera que iniciáramos una guerra,
al punto que Edimburgo se viera obligado
a escondernos de su historia.
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