
Su ayuda provino del costo
en el descanso de un sólo
pensar; en promesas que
tejen fe
modestia y
un cubano anhelar.
Y de no usar la audacia mis labios
su voz explotaría para mi pesar
con fino resoplo de insania
abre sus puertas de vivacidad
en ideario suplicante
en orificio que lleva al pensar.
Su voz no olvida como miel sin panal
sin paladar que me clava la mirada
a un averno de cemento
su voz que me depara
a la demencia
y a fe de un arco rayano al salivar.
Llámese inocencia o virilidad rendida
llámese soneto al baile
limitado por el
arte en tramas
de voz que desnudan al hueso
de puro deseo en erguido exceso.
Y en el adiós un hasta entonces
un condicionante de las piedras
sujeto al silabeo o al decibel
que a más decir
olvida el canto
y opta por su sola presencia de impaciencia.
Chosica
11:47 pm
09/01/07
No hay comentarios.:
Publicar un comentario