domingo, marzo 11, 2007

Recuento de silencio



Suelo resumir los instante cual conjunto impar
de historias asesinas.
Ayer comprendí que cabalgar.
me hacía tan feliz
como a mi caballo
un alazán.


La asamblea general me eligirá
como una cuasi cabeza
joven, por lo pronto
se cabecear muy bien al balón, imagínense
lo que es perder un gol
nuevamente
un alazán.


Sangrante y especial medida de perversidad
sangrante a casi un minuto
de gloria ineficaz
a casi un pensar
de carnes y chupetes carcomidos
por un mirar de espaldas.

Un alazán brinca
a lo lejos,
la mirada se pierde
en una historia de elefantes.
De llantas balanceadas
y sin descuento por exceso
del monto, un minuto al recuento
del silencio.

Ricardo Palma
10/03/07

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