Estoy reconfortado
al saber que las mujeres luchan
algunos hombres sólo observan sus miríficos cuerpos
aquellos cuerpos que dan vida
siempre aleccionadores y protectores.
La belleza dominará el mundo
como nosotros hemos de dominarla
toda cuanta sangre creadora.
“El nunca es el receso del ahora”
Instantes confundidos con milenios
paradigma natural en materia de superación
momentos de gloria alegría de vivir
en días como los nuestros ya hidrocarburos
sus prolijos nombres propician conocimiento
sus inefables presencias reliquias y oro negro
existencias que fertilizaron el mundo
centurias perdidas ante los prejuicios de los congéneres
aquellos describieron la velocidad de la muerte
adivinen a quienes me refiero ahora.
Aquí hubo lluvia señores.
2002
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