viernes, febrero 12, 2010

Cuando me acaricias y veo tu rostro adueñarse de mi mirada, siento como un verso la fragancia de tus manos.

Me impresiona tu lengua sobre mi cuerpo, me enciendes azul y taciturna, me enciendes clave de fa, sol y luna en mi intangible como un diamante de fuego. Me impresionas tarde aunque no eres luz.

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