viernes, agosto 19, 2011

Alegría de pie, fastuosidad de improperio. Superpone el amor, superpone la travesía de los días, abrumado por la superioridad del tiempo. Alguien nos llama, alguien nos reúne en un sueño de vida. Aunque su tarde, aunque los lagartos se aparten de nuestra suerte.

Alegría secuestrada. Mi sola presencia, reunida a la Fe y a la anuencia de los pisos. Algún aroma, algún calor vienen hacia nosotros y nos enseñan a dibujar la sonrisa de una niña. Mientras nos olvidamos de esos caminos.

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