viernes, agosto 19, 2011

Baja Estación del Heladero


Alguien pregunta por si hubo helados, por si hubo alguien a quien alcanzar y superar en viento. Porque así es el Perú. Es alegría que juzga a ese alguien que refresca su laringe con una caricia de bosques. Ese alguien que ha escondido sus temores.

Sus temores y sus pasos, parecen evocar la súplica del agua. Sobre las fantasías y el vals se escucha a un ser cantar. Un gallo azul alerta del camino. Pero ya es tarde para sentenciar al calor de los movimientos.

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