domingo, diciembre 30, 2012

Persiguiendo el Dragón



Te olvidas acaso
que sobre ese monte de cegueras,
yo deposité mis venas y las canjeé por el tiempo.

Olvidas que el ser azul
que nos rodea a los suspiros
es el espacio de los sueños

donde la combustión
te viene como estrella.

Y la memoria de las horas
nos dibuja apagados.

La belleza parte de mis ojos irritados
tu sombra me secuestra
a tu mente

por un segundo
por un momento
ante mi espejo.

Y luego suspiras para morir
por un instante.

Y luego reclamas que el
aire es tan viril
como un pétalo de vida

ahora que me develas la muerte
con tu aliento de volcanes.

de Campos Elíseos
Santa Eulalia
03/05/11

No hay comentarios.: