Ahora que no te encuentro
a la hora que no intento
presagiar de ti y tus rutinas
como un módulo de COBOL
que corre temeroso por sus ventas.
Apenas detecto que no estás
y yo me pregunto
¿cómo estás?
Ahora que no hay horas
en las paredes amarillas
ni olas como locas
en mi agenda marina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario