lunes, mayo 23, 2011

Me tientas con el cloroformo certero de tus humos. Aspaviento que recorre mi laringe sobre la especie de mi tiempo. Me tientas con el brillo de la noche, con la lluvia que dibuja este parque sobre la irrealidad que me atropella a oscuras cuando cabalgo sobre la nada.

Es así que en esta esquina sin muros, donde el perdón se enriquece con la incandescencia de mi voz, donde transcribo con sangre; la magia sumergible de mis versos.

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