Como mi voz, apenas el tiempo decide equilibrar sus formas y aproximarse hacia una sentencia de mi vida, hacia la primera letra de mi nombre y que ahora busca. Y que ahora distingue, entre una manzana y una sonrisa de milagros estelares, apenas aquí tan cerca.
Tan cerca del tiempo, tan cerca del invierno que se resiste a favor de los minerales y del líquido elemental con el que cubro mis días de aseo. Buscar aquí para oír maullidos y pájaros ventrales, frente a este espacio tan mío y tan intenso como una ceremonia virginal. Aquí siempre aquí, para buscar mí nombre.
Miraflores
14/08/2012
14/08/2012
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