No hay nulidad en la espesura del cielo,
porque ahora
que tu voz con la fragancia
de los ángeles, ha
mirado con ternura la
eternidad.
Hoy Pedrito de los centavos
entonarás junto a mi abuela aquella pieza
que tan feliz puso
a los ángeles;
aquí en la tierra.
San Isidro
02/08/2012
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