domingo, mayo 25, 2008

Dulces de Invierno


Los niños parecen dioses del parque. Su reino respira tanta divinidad y más aun cuando un balón transita lentamente sobre el gras. La idea del mundo se reduce en un pasar de energía amarilla, en condiciones que resumen los valores. A lo lejos un perro dormita su felicidad camuflándose en su pelaje.


Cerca del hogar de Wendy, el frío se olvida de los niños como yo, que divulgamos nuestros trajes de vida en la calidad pura de un parque. La vida se aventura al frío, el balón amarillo que transita presuroso sobre los versos.De un tiempo a esta parte. Dulces de Invierno.


San Borja
04/05/08

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