Las madrugadas parecen esperarme de insomnios, parece un ángel que esconde sus pócimas con el fin de privarlos del frío. Las madrugadas se parecen a ti, pequeña liebre estampada en la luna.
Es el nocturno de sueños escapándose de a pocos. Reinventando la continuidad. Un pasado acariciando la vida, un pasado mañana de alquitrán; quiebre felino de una costilla caída del cielo a una gravedad de nueves indescifrables. Una madrugada desprovista del tiempo, un bostezo, una política fiscal y una lluvia de silencio atravezando la iris siniestra de mi insomnio.
Santa Eulalia
05/05/08
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