El sol entristece los prados sesgados de mi destino. Las mañanas se recubren de amor y papagayos entonando extraños nombres; persiste la duda.
Soy una amiga a tu medida a plenitud, una caricia hiriente a tus cuentas de sin cobrar pasaje, a tus medidas de tanto analizar.
Callao
17/10/08
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