martes, octubre 21, 2008

Porción de Mi

Nunca fui de criticar el destape de la olla con premura. Mi sed nunca se dio abasto para el pollo y la carencia. Amo así el laceado de tu cabello, porque me recuerda la divinidad de la mazorca, los círculos años de poesía y el frío con que evoco tu dulzura de maní.

Yo no practico, ahora trabajo y duermo poco. Leo novelas en blanco y negro y me preocupo gastronómicamente por el concepto de una buena ocopa. Es lindo que me alimenten, cortejando la cercanía (¿que tal querida?) de mi cuerpo con el mundo. La ciudad nunca duerme, ahora que todo parece sueño y emociones. Ahora que rio acortándome el nombre.

Callao
12/10/08

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