domingo, mayo 20, 2012

Pueblo de Uchiza



Las cenizas ya dejaron de cobrar nuestras vidas. Sobre la escalinata de cráneos, yace amargo un mazapán eterno, provisto de costumbres y una caricia anciana sin pérdida del tiempo; empero que ya partió hacia el siniestro.

Con una manta de sed nuestros testigos se ampararon al nefasto dios de la indiferencia. Y nuestros animales, solemne pueblo de Uchiza, han huido porque han perdido la sombra. Y tú, celestial oscurecer que yaces sumido sobre la vitalidad de los postes y sus martillos

Has consumido apenas nuestra patria. Porque desde aquí alguien con voz de ángel y mirada de dulce maíz, ha desfigurado con sangre a nuestra raza desolada.

Bajo el deleite azul de los mares eternos y sus claustros vestidos de arte.
La Molina
10/04/12

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