La armonía de su piel rozando mi vientre, sus manos socavando mi pudor y mi epidermis; sentir tanta vida en un instante, con o sin haber he ido a Marte. Sólo observar el crepúsculo y beber de sus estrellas, mi Venus Tántrica y golosa, primorosa tan sensible a mi universo.
Mi sexo y su sabor. Su soledad raspando el arte de los algodones. Y la penumbra un pretexto para oir de la muerte, esas recetas sin pasaportes, fiel deleite a fuerzas miles. Sumirme en los ligamentos de tus labios placenteros. Mirada de lluvia.
Santa Eulalia
18/06/07
1 comentario:
eres un pajero yannick
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