Para dibujar las sonrisas en abuelos rostros
en la casa pintada
de estrellas
y paja.
Como una rama de su vida , llegaba.

En mención de lenguas consagaradas
con luz que apenas
toca el agua
y bendita.
De pronto el niño, atrae el beso
ahora rodeado de almas vestidas sexuales
rodeado de buenas manos
y gustos pares
Acaso el silencio basta
acaso la vida que no llega
sólo el beso ,nos dice que se va
mas el cura dice adiós a sus buenas manos.
Santa Eulalia 21/12/06
//Es un intento watanabesco, uno.
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