miércoles, diciembre 20, 2006

Pocesos Líricos II (La Piel)

He nacido para exaltar tu cuerpo con mi cuerpo, para ignorar tu peso y besarlo como beso al mundo y al tiempo, cuando te poseo, galopante sol; mi voz en tus labios, mi gozo en tus pechos, mi placer en tu monte de Venus. He nacido para nacer sin haber nacido he ahí el por qué.

Por que si de puro tiempo se amase, seis serían las divisiones de una lagartija frente a una piedra inmunda de terror con color a civilización, a pasos a sacrificios o a cocinas. Por que si de puro querer se llegaría a un vientre ante la llegada de una cigüeña empresarial, con sus letras bajo el brazo que de seguro irán a alguna boca del tiempo o del pensar displicente.

He nacido para mudarme de erecciones mientras beso tus jadeos, mientras presiono mi vida por una ilusión que se bañe con tu nombre o con tus voces. He nacido para inmolarme en tus caricias para decir humildemente que si puedo y que voy a llegar, al ultimo baile del cielo nocturno a sed de estrellas fugaces.

Fugaces sí, pero que hay de los proyectos, de los métodos de graduación basados en tres fases, como que tu vivir llega al grado máximo, a crucial deyección y uso de ello. Fugaces sí, pero al costo de un apellido sumido en intolerancia , en vacíos superpuestos al deber, como vergüenza de recubrir al que imparte , al que nutre de sapiencia al nivel de magnéticos resabios del deber.

He nacido para rendirme a tu elegancia, a tus ritmos sustos de un Eros modernamente avasallado; como que del tipo de tu cuerpo se alimenta y puebla a su especie alada, de cuentos. He nacido para herirme de gozo evaluando y explorando la calidad de tu origen; como el control que no pisa al respeto y decir vulgarmente, que soy tuyo y felizmente de nadie.

Nadie besará las rosas a razón de orgullos desnudos recubiertos de blancura, buen preludio para un choque de luz a gemelas tendencias, mira que mirar es insuficiente, será que respirar es tan excitante como el esperar. Nadie explicará la esencia de un cuerpo sumido en secciones, esta vez con fines didácticos; así así el recuerdo secuestra orgánicamente su indecencia y lo llevara a procesar.

Es la raíz que invade la actitud de poder ser sin dejar de ser, es la raíz la actitud de servir sin dejar de sentir; es la raíz luego luego las voces sin su punto aparte, que han de gozar por sus quehaceres vanos, porque a gozar se dijo alguna triste vez, porque el mundo se acaba a fuer de procesos líricos.
En el mismo salón de clases
La Molina
05/11/05


de Extravíos del Rubor
Procesos Líricos (Apuestas a la Piel)

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