
En cuanto al alimento
Evitar cualquier casual contacto con
las deyecciones propias de
un caballo soñador a menos
que sea del todo digerible.
En materia de histeria
Olvidar los humores en
plena distinción de humana hembra
o ante el exceso del llorar en
las tardes ajenas al trote.
En lo referido al agredido
Pasar por alto las puntadas siempre
y cuando no tiendan a lo cervical
y cuando escape del dominio del
ungulado espacio corporal.
Para la tarde
Algo reluciente ante falsas vistas
y al cuerpo de excedente
y su alarde
Dos nociones de luna y una fruta y
para clamor del gusto que llega a punta.
2 comentarios:
Oye escribes muy bien... Procesos líricos (apuestas) y (la piel) me encantó...
-Un saludito desde Colombia-
-*Te seguiré leyendo*-
La echo de menos
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