
Obedece al sol sus manos
impladas de calcio,
lejos de los ataques del hombre
donde la vida
dinamiza sin ritmo sus quehaceres,
habita un sueño de planetas coloreados
a pincel la emoción del niño.
La tarde lucha con el eje negativo
que implica el abrigo, la luna
implada
de calcio
y de un rostro en lepidomórfico estilo
que sabe de artes marionetas
y de un cielo occipital.
Luna incienso mineral.
impladas de calcio,
lejos de los ataques del hombre
donde la vida
dinamiza sin ritmo sus quehaceres,
habita un sueño de planetas coloreados
a pincel la emoción del niño.
La tarde lucha con el eje negativo
que implica el abrigo, la luna
implada
de calcio
y de un rostro en lepidomórfico estilo
que sabe de artes marionetas
y de un cielo occipital.
Luna incienso mineral.
Bellavista
30/04/07
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