miércoles, mayo 02, 2007

Mis excesos se fueron con la noche, con la experiencia de un vientre embalsamado por las horas de espera, por el saborear festinado de una papita rellena. Ahora comprendo como el cielo vomita a su gusto razones lacrimales en su fe. Dispuesto a curarme del espacio éste que exclama sus puntos cardianales, la noción de la escasez.

Mis excesos, como en todos los demás animales,decantaron una oración sin horizonte, a lo lejos una papita rellena es engullida por un montón de treinta por cientos de humanidad, y yo perdido en el frío escaso de una hoguera del tiempo sin consciencia y sin noción de los colores.

Bellavista
30/04/07

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