Que no silbo en elegancia, respirar y sentir la gota que alimenta un recuerdo sin fondo y ver que en pares noches vuelvo a nacer y como cada mañana, me oculto en el creer. Respirar terminar lo que se piensa en cada vida, respirar, beber y humanizar las mentiras en cada paso enorgullecido de mentiras, respirar y ser sincero con un tiempo imperfecto, morir de pronto con un cielo quebrantado aerospacialmente.
Y ver que nací para respirar el fiel estrago de una caricia glacial y sentir arder el dulce pedazo que procreó la última lluvia, morir y respirar de nuevo de las agitadas tardes, aún cuando muera de pronto y me conjugue en luces de espanto, de huída cercana a un punto, a un niño dios y a un cactus.
Y ver que nací para respirar el fiel estrago de una caricia glacial y sentir arder el dulce pedazo que procreó la última lluvia, morir y respirar de nuevo de las agitadas tardes, aún cuando muera de pronto y me conjugue en luces de espanto, de huída cercana a un punto, a un niño dios y a un cactus.
Bellavista
24/04/07
No hay comentarios.:
Publicar un comentario